remando contra la corriente

Algunos divagues sobre la comunicación interpersonal.

Comunicación interpersonal es la que se produce entre dos o más personas que asumen indistintamente los roles de emisores y receptores en la comunicación, con una regla principal que cuando uno de los integrantes del grupo está en el rol de emisor los otros se convierten en receptores. Aquello del saber popular: “Cuando un burro habla el otro para la oreja”. Los tiempos de rotación de roles dependerá muchas veces de la capacidad de cada uno en concretar la idea a trasmitir. Por tanto quienes se están comunicando deberían tener una cierta confianza inicial en que todos los que están en la comunicación les interesan los aportes de los demás y por tanto su intervenciones ocurrirán en el menor tiempo que les permitan comunicar su idea.

Los medios
El lenguaje oral y lenguaje gestual son los dos medios esenciales para la comunicación interpersonal, los cuales se utilizan simultáneamente cuando se habla (emisor) y sólo el gestual cuando se escucha(receptor).
Las palabras emitidas con un determinado tono y volumen de voz, acompañadas con expresiones faciales, gesticulaciones de manos y brazos y posiciones corporales integran un todo comunicacional de ideas y sentimientos.
Basta que varíe uno de los aspectos antes detallados tanto del lenguaje oral como gestual para que la misma palabra tenga significados diferentes.

El contenido.
El contenido de la comunicación puede ser de carácter racional o emocional en distintos grados, es muy difícil pensar contenidos solo racionales o solo emocionales, creo que sería más correcto hablar de comunicaciones predominantemente racionales o predominantemente emocionales.
Los componentes emotivos de la comunicación se expresan inicialmente a través del lenguaje gestual y a veces no llegan a convertirse en palabras. Los componentes racionales se manifiestan en forma oral, apelando al significado de las palabras y muchas veces las variaciones de tono y volumen le aportan el componente emotivo a la misma, llegando a trasmitir conceptos distintos de los significados convencionales.
Un ejemplo salimos de un concierto de una banda musical que nos gustó mucho y decimos “ estuvo brutal”.

Impuestos culturales en la comunicación interpersonal
La cultura de la dominación ha cargado a la comunicación interpersonal de “costumbres” que tienden limitarla como mínimo o desvirtuarla cuando la cargamos de cinismo.
Es una “buena costumbre impuesta” que limitemos al máximo la expresión gestual, parece que no debemos comunicar emociones. Se proscriben los llamados excesos: reír a carcajadas, llorar o levantar la voz.
Hay como una convención generalizada que es más importante lo que se dice y como se dice que lo que realmente se piensa. Desde muy chico se le impone al niño limitaciones al hablar, inclusive cuando trasmite conceptos que los adultos dijeron en su presencia.
La distancia entre lo que se piensa y lo que se comunica está pautada por el nivel de confianza de los interlocutores, entendiéndose que en la plena confianza está el máximo acercamiento entre el pensamiento y la comunicación. Sin embargo el grado de confianza no pauta el componente emocional de la comunicación, el consenso social impuesto por las costumbres “civilizadas” nos quiere obligar a todos restringir lo emocional en la comunicación.
Levantar la voz, el grito que tanto irrita a algunos, es un medio universal de la expresión humana, recordemos que lo primero que hacemos en la vida es gritar, en ese primer llanto con el cual se manifiesta la presencia de la vida. Gritan los músicos cuando incorporan ruidos estridentes en la composición musical, gritan los cantantes, gritan los actores de teatro y de cine, gritan los artistas plásticos.
Por suerte las buenas costumbres de la sociedad pacata sólo se usan para pedir recato y moderación a interlocutores “intrascendentes”, porque sería absolutamente ridículo que quienes se sienten afectados por los gritos se levanten en medio de un concierto para pedir moderación si se esta ejecutándose una partitura de Wagner o Rossini o están actuando “ Los buenos muchachos “, Calle 13, Traidores o Trosky Vengaran por nombrar algunos de los tantos gritones. Sería absurdo pedirle recato a Picasso cuando hizo Guernica, o modere su lenguaje a Buñuel cuando hizo el Perro Andaluz o Los olvidados.
Lo esencial en la comunicación interpersonal son la sinceridad y el respeto mutuo de los interlocutores y eso no depende de la racionalidad ni de la emotividad en la comunicación, depende fundamentalmente de la intencionalidad de la comunicación. Si nos comunicamos para construir juntos, para conocernos más, para ayudarnos a ser mejores personas, bienvenida la comunicación cualesquiera sea modalidad empleada.
Si nos comunicamos para destruir, denigrar a nuestros interlocutores, no tiene valor, aunque se haga en el marco de los “mejores” “buenos” modales. Eso no es comunicación, son escaramuzas de guerra.


Hugo